Esto ya va cogiendo color.

Ya está lista la nueva hornada de “paracaidistas” que se encargarán de propagar la especie este año.

Cabo de Gata.

…esboza sus primeras notas en un atardecer idílico.

…desde mi ventana te observo viajero, que curioso me miras con ese gran ojo de cristal.

Curisosas formas de las rocas en la garganta del Dadès.

…colorines de estos quiero volver a ver, que ya se me está haciendo largo el invierno.

El sol se alza poco a poco sobre el horizonte en la quietud de la mañana tiñendo de colores pastel el paisaje y las aguas del Lago Tislit.

… y que los hados os sean propicios.

Catedral de Salamanca.

El color predominante.

Los vivos colores otoñales poco a poco van dando paso a otros un poco más invernales.

Las nieblas matinales invaden las riberas y escondidas entre las hojas las gotas de agua se deslizan por los toboganes que tejen las laboriosas arañas.

¿Que se puede hacer un dia de vacaciones que amanece con niebla?

Realizada durante un paseo fotográfico organizado por Macgo entre Villares y Monterrubio.

Alumbrar no sé si alumbrarán, pero al menos son bonitos.

… o como evadir la realidad.

…abandonado a su suerte en medio del campo de batalla.

…que dentro de poco tu también serás grande y hermosa.

… final.

Pocos elementos escapan a la poderosa acción destructiva del oxígeno, y desde luego el hierro no es uno de ellos, pero en muchos casos la decadencia del mismo nos ofrece imágenes de lo más curiosas.

Y es que a madre tambien le gusta eso de pintar.

! Piragüeando en aguas portuguesas bajo el puente de la N256 que va de Mourão a Reguengos de Monsaraz, y que cruza el embalse de Alqueva.

Agua de río

Una original cortina de agua en el Parque das Naçoes lisboeta, cuyas modernistas construcciones contrastan con el casco antiguo de la ciudad.

Los campos de la Armuña vistos al atardecer desde la ermita del Viso, en Monterrubio de la Armuña.

Erase una vez cuatro turistas que se acercaron con una camioneta a una playa escondida a dar un paseo y se encontraron con un ballena que saltó del agua y se quedo clavada en la playa.

Así me quedé yo cuando llegué por primera vez a Benagil, en Portugal, buscando un lugar para embarcarnos con el kayak entre los acantilados.

Formas, lineas, texturas.